Ekoalde surgió de un proceso de participación financiado por el Gobierno de Nafarroa en el marco de una ayuda europea que se llevó a cabo entre 2017 y 2019 con el objetivo de detectar las necesidades de las personas productoras. Disponer de medios públicos para fomentar canales cortos de comercialización conjunta era la «demanda histórica» a la que responde este proyecto.

«Unirse para tener una herramienta más estratégica para entrar al canal de la restauración colectiva de forma más profesional», apunta su dinamizador Jon Garai. Y es que al ser un canal «tan exigente», han tenido que conocer los reglas sociosanitarias e interpretar las necesidades de este tipo de cliente: cocina que necesita unos calibres, limpieza determinada, horarios de entrega…

Tras meses de reflexión, se puso en marcha en el último trimestre de 2018. Es una asociación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo un precio justo tanto para los productos de sus miembros como para las y los consumidores, a la vez que trabaja por el desarrollo rural en Nafarroa. Es una organización abierta a todo productor o elaborador que esté dado de alta en el Consejo de la Producción Ecológica de Nafarroa y comparta los compromisos de Ekoalde.

Comercialización, distribución, facturación, planificación, pedidos… Un equipo técnico representa los intereses de las y los asociados y Ekoalde asume como entidad la gestión integral de todos los procesos «para dar mejor servicio». Las ocho personas que los llevan a cabo están contratadas para que «esa filosofía, esos valores que hay detrás de esta organización se visualicen en el servicio».

Del campo al comedor

La comercialización empezó en 2019 dirigida al canal Horeca, comedores, comercio minorista y grupos de consumo. Dispone de una tienda online que cuenta con un catálogo conjunto de más de 800 productos de sus 66 asociados. No piden exclusividad, pueden vender también por otras vías. En Ekoalde cuentan con un canal de comercialización y distribución conjunta que supone «una mejora comercial, más competitiva». En palabras de Garai, «es una herramienta que les ayuda a mejorar, a avanzar y a posicionarse mejor», a la vez que la unión genera sinergias hacia otros proyectos y a veces les capacita a ser sujeto ante la Administración, representados por la organización.

Todo esto les permite «acercar el campo al comedor de forma práctica». Pero la respuesta recibida les produce una «sensación agridulce». Pese a ver una «mayor conciencia» sobre la importancia de la alimentación, no siempre se vehículiza desde sistemas sostenibles: «Se escoge ecológico, pero da igual que se traiga de 10.000 kilómetros». En el caso de Ekoalde, la parte consumidora tiene trazabilidad absoluta y gracias al servicio integral se reduce la huella de carbono del reparto. La parte dulce es que han logrado entrar en casi 50 escuelas o en el Hospital Público de Nafarroa. «Es brutal el ver que esa opción se universaliza, que en esa escuela da igual tu situación económica, tu origen… se democratiza el acceso a esa alimentación», apunta Garai.

Inicialmente hicieron una definición de mínimos y ahora se está dando un debate para concretar el modelo agroecológico que quieren para Nafarroa, «que contemple el acceso a productores pequeños y a producciones más variadas», de modo que generen nuevas opciones para vender más y animen a la gente joven a convertirse a él.

Uno de los retos principales es articular una oferta suficiente para abastecer la demanda que pueda existir, lo que pasa por planificar las producciones y hacer más eficaces y sostenibles estos modelos; así como lograr que la Administración se haga eco de la importancia de la compra pública para que eso se multiplique. «Queremos hacer un trabajo con diferentes actores para permitir que esto siga avanzando», concluyen.

Fuente: Naiz