De momento, es solo una pequeña cantidad de producto del total de comidas que se sirven en los centros hospitalarios, pero desde el Consejo de Producción Agraria Ecológico de Nafarroa se considera que es un importante pase adelante. Silvia Larrañeta subraya la importancia que ha tenido la experiencia previa en las escuelas infantiles.

El salto a los hospitales es el fruto de un trabajo que comenzó hace tres años. Los grandes suministros se adquieren por licitaciones y tienen unos requisitos que son muy complicados de cumplir para los productores ecológicos navarros. Sin embargo, encontraron la manera de acceder al circuito con las llamadas compras menores, adquisiciones de producto fresco que planifican semanalmente.

Según explica Estitxu Martínez Goñi, jefa de sección de Alimentación del Hospital Universitario de Nafarroa, están obligados a pedir cotización a tres proveedores comprar al más barato, aunque se pueden exigir unos mínimos de calidad. «Después de mucho tiempo intentándolo, hemos empezado con algunas cosas el pasado verano. Se ajusta el precio a lo que nosotros queremos y tenemos el plus de calidad que es de Navarra y ecológico», señala.

De este modo, el gazpacho que se sirvió a los pacientes en verano estaba elaborado con tomate, pepino y pimiento ecológico navarro. También la ensalada de tomate era ecológica, al igual que el bizcocho que se elabora para el sábado, que contiene harina de trigo y yogurt ecológica. La sandía es otro de los productos ecológicos que se han servido este verano en los hospitales navarros.

Se trata de productos de temporada, por lo que con el paso de las estaciones se cambia de ingredientes. De cara al invierno, tienen intención de introducir frutas como manzanas de distintas variedades o kiwis.

Martínez Goñi destaca que con esta iniciativa se consigue un plus de calidad en la alimentación de las personas ingresadas.

La venta de producto ecológico no es solo cuestión de voluntad sino que tiene que adaptarse a las exigencias de contratación de la Administración navarra. No es tan sencillo como vender lechugas en el mercado. «Por cuestión de facturación, tenemos que trabajar con un distribuidor que cumpla con lo que establece el Gobierno. Tiene que ser facturación electrónica. Primero se hacen los pedidos y luego se cobra. Hasta que Ekoalde no agrupó a un montón de productores no tuvimos a quien dirigirnos», señala Martínez Goñi, quien valora la experiencia previa que Ekoalde tuvo en centros escolares.

En Ekoalde se agrupan 65 personas productoras y elaboradoras ecológicas de Nafarroa.

En los hospitales navarros se da de desayunar, comer y cenar a una media diaria de 800 personas ingresadas, por lo que el volumen de producto que se requiere es elevado. «Poder suministrarnos todo lo que necesitamos el día que nos hace falta es complicado. Ha costado un poco, pero lo estamos consiguiendo», añade Martínez Goñi

En el ámbito de las conservas, el panorama es más complicado, ya que las ecológicas son bastante más caras que las convencionales, por lo que es cumplicado cumplir con lo establecido en los pliegos.

Las legumbres o el pan sin gluten son algunos de los productos que próximamente podrían incorporarse a la cesta de la compra de los hospitales navarros, que pueden considerarse pioneros en la introducción de productos ecológicos en sus menús. A nivel estatal, solo hay precedentes en un hospital de València y otro de Jaén.

Fuente: naiz.eus